Si alguien sabe de reinvenciones, es Víctor Vildósola. El guitarrista y productor chileno, que a principios de los 90’s fue parte de la mítica banda La Pozze Latina , hoy con 53 años sigue en la música, pero su escenario está a millas de kilómetros: las calles y escenarios de Nueva York , donde ha tocado en el metro, en el mítico Webster Hall y hasta hizo clases de arte en el Bronx.
Su historia suena a guion de película: nacido en Santiago, fanático de Los Prisioneros y Silvio Rodríguez, aprendió a tocar la guitarra a los 8 años con temas de Violeta Parra que le enseñaba a su mamá, mientras su papá lo paseaba en auto escuchando a Inti Illimani y Quilapayún.
“A los 12 me compraron mi primera guitarra eléctrica ya los 15 ya estaba tocando en bares con la banda de mi primo”, recuerda. Pero su gran salto llegó a los 20, cuando se unió a La Pozze Latina , ícono del hip hop chileno.

